"Medcezir": Esto si que es televisión de calidad

Por Juan Antonio Muñoz H., Vida Actual, El Mercurio, Sábado 23 de julio de 2016

No deja de sorprender lo que sucede con la producción turca para la televisión. Impacta y también obliga a tantas preguntas sobre lo que sucede en nuestro medio, donde las teleseries cada vez resultan más predecibles y obvias, con situaciones y personajes de caricatura, diálogos escolares y lenguaje burdo. Hoy es imposible ver ficción televisiva en Chile sin garabatos. Penoso, porque esto ocurre incluso en los productos que la propia TV califica pomposamente "de calidad", como "Bala loca".

Dejando atrás los éxitos de "Las mil y una noches", "Fatmagül" y "El sultán", entre otras, "Medcezir", que Mega estrenó en su segunda franja nocturna durante abril, es un ejemplo en toda la amplitud de aquello que se aplaude en las producciones turcas. Con 15 puntos de rating promedio, está sobre la competencia en su horario y es el producto internacional más visto en lo que va del año. En sus tres meses de emisión, tiene un liderazgo en jóvenes de 13 a 17 y de 18 a 24 años, grupos en los que cuadruplica la sintonía de los otros canales, y también conquistó a los hombres de entre 25 y 34 años, segmento en el que otros éxitos turcos no consiguieron imponerse.

"Medcezir" -palabra que significa marea- es un remake de la popular serie "The O.C.", producida por Fox, que mostraba la vida de las familias acomodadas de la ciudad de Newport Beach, al sur del estado de California, y que logró catapultar las carreras actorales de Mischa Barton, Benjamin McKenzie y Rachel Bilson. La historia -trasladada desde el condado de Orange a un barrio acomodado de Estambul- aborda una problemática universal y coyuntural al Chile actual: la educación como posibilidad de escapar de la miseria, la falta de opciones para surgir de los más desposeídos y la violencia entre clases sociales. El protagonista es Yaman Koper (el actor Çagatay Ulusoy), quien tras ser inculpado por error por el robo de un auto conoce a un abogado que tiene un corazón enorme, Selim, que lo lleva a vivir a su casa porque intuye en el joven un potencial mayor, intelectual y de espíritu. Allí Yaman conocerá el afecto familiar que nunca tuvo, encontrará a un hermano verdadero en el hijo de sus protectores, sabrá lo que es el lujo y también la discriminación social.

Cada capítulo de "Medcezir" hace pensar en lo que significa esa palabra, marea, que sube y baja para Yaman y sus amigos en cada entrega, subyugando al espectador pues contrae y dilata la tensión constantemente.

Los actores son otro punto. ¿De dónde los sacan? ¿Cómo los forman? El nivel es extraordinario y todos son capaces de soportar una cámara encima durante largos segundos, lo que les permite dar cuenta de cómo se transforman sus emociones. No hay apuro para ellos y nadie los obliga a construir maquetas. Çagatay Ulusoy (1990) es famoso como modelo, pero también estudió con Ayla Algan, y luego asistió a la Akademi 35 Buçuk, escuela de arte de los actores Vahide Perçin y Altan Gördüm. Sus resultados son asombrosos en un personaje fuerte y vulnerable a la vez, circunspecto, adolescente juicioso, que medita cada paso que da. Pero no solo es su caso, pues todo el elenco es excelente; en especial Bar {inodot} s Falay (Selim), Taner Ölmez (Mert, el entrañable "perno" que resulta entender y querer más que todos), la atractiva Mine Tugay (Ender), Serenay Sarikaya (la dulce Mira) y Metin Akdülger (el inescrupuloso Orkun).

Los diálogos son densos y siempre aportadores; los personajes son ricos, impredecibles y desconcertantes; la producción audiovisual es de carácter cinematográfico; el pulso rítmico impide dejar de estar ahí, y la variedad de tono de cada escena pone al espectador ante una realidad compleja, tal como es la vida.

Sí, efectivamente "Medcezir" es una teleserie, pero es también televisión de calidad. Y hay una gran audiencia para ello en nuestro país, en grupos que están muy desatendidos.